El
23 de abril fue instaurado oficialmente por la UNESCO en 1995
como Día Internacional del Libro y los derechos de autor. Su objetivo:
conmemorar y reconocer la relevancia de estos difusores y reproductores de
cultura, fuente de placer para tantos lectores. Por ello, es también día de
festejo para los que nos reconocemos amantes de las letras.
Una
fecha paradójica; y digo paradójica ya que fue el 23 de abril, día de despedida
de escritores de la talla de Shakespeare y de Cervantes.
El
libro: El libro es hoy uno de los representantes más claros y aún más
importantes de la cultura; una de nuestras creaciones más insignes que; en
definitiva; hacen a la identidad del ser humano, como parte de la civilización.
El
avance de las tecnologías le ha hecho ganar su popularidad pese a la diferencia
del formato o soporte: libro en papel o libro electrónico.
Hasta 1449 y años
anteriores, los libros eran difundidos a través de las copias manuscritas de
monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares
por encargo del propio clero o de reyes y nobles. A pesar de lo que se cree, no
todos los monjes copistas sabían leer y escribir.
Realizaban la función de
copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual
era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna
o de sexo. Las ilustraciones y las mayúsculas eran producto decorativo y
artístico del propio copista, que decoraba cada ejemplar que realizaba según su
gusto o visión. Cada uno de sus trabajos podía requerir hasta diez años.
El
paso del escriba al escritor como autor y genio creativo tuvo mucho que ver con
la invención del copyright. Por un lado, la convicción de que las personas
somos individuos (y que el genio surge de esta individualidad).
Y
por el otro, el hecho de que la construcción de la idea de autor hiciera
posible capturar el beneficio económico de una obra en forma de monopolio, dio
lugar a lo que es el centro de toda industria cultural: el derecho de todo
creador a beneficiarse económicamente de su obra.
Historia, el libro y
la tecnología
Hace
ya muchos años que el libro (entendido como códice, como conjunto de pliegues
de páginas encuadernadas que contienen una cantidad de información determinada)
es parte cotidiana de la civilización.
Sin
embargo, pocas tecnologías han sido tan disruptivas o rompedoras en la historia
de la humanidad. Su advenimiento tuvo profundas consecuencias en la religión
cuando arrebató a la Iglesia el monopolio en la reproducción e interpretación
de la Biblia.
En
el arte permitió difundir con detalle las últimas vanguardias de la época: paradigma de ello fue la tridimensionalidad pictórica que caracterizó al Renacimiento; No digamos los avances trasformadores en el campo de las ciencias.
Como recuerda hoy una publicación: "¡Quién sabe si Copérnico habría
podido elaborar su teoría heliocéntrica sin haber tenido a su disposición su
nutrida biblioteca, impresa gracias a la invención que treinta años antes, había
llevado a efecto Gutenberg!".
Johannes Gutenberg |
Con
la digitalización de los textos, los primeros PDF y ahora la popularización del
libro electrónico –e-book-, este formato, que se había mantenido esencialmente
inalterado desde que dejó de creerse que el universo giraba en torno a nuestro
planeta, está cambiando a pasos agigantados.
Si
la imprenta aumentó de forma exponencial la cantidad de información disponible
hasta el momento, las posibilidades y derroteros que ha abierto internet, han puesto y ponen
a disposición de la humanidad, un volumen de textos, de conocimiento o
sabiduría, nunca antes visto; eso sí, con el agravante de una ostensible disminución de
costos y de los perjuicios para el medio ambiente.
Al
margen de la preferencia sobre el formato o soporte, la trasmisión del
conocimiento, de nuestro patrimonio cultural, a través del libro; es un hecho que
alcanza, actualmente, dimensiones insospechadas.
Todo
esto se festeja hoy en el mundo y Consulcom se suma a esta celebración.
Este 23 de abril, salgan a la calle y visiten nuestro catálogo de obras en www.librosagotados.es. Los libros os esperan. Muchos escriben que, ellos no son nada sin ustedes... y nosotros no somos nada sin ellos.
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