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martes, 7 de mayo de 2013

La solidaridad en tiempos de crisis: Consulcom con "Los Niños de la Calle" de Benin -África-



África es uno de los continentes que hasta hoy no ha sido capaz de generar su proprio crecimiento, sufre grave dificultades para atraer flujos económicos, su falta de infraestructura y las diversas enfermedades dificultan el turismo, su precaria situación económica y política le resta atractivo para la inversión extranjera.

El acceso a los mercados internacionales está muy limitado por las prácticas proteccionistas de los países desarrollados, que impiden realizar inversiones para exportar algo más que materia prima. De otro lado, las remesas de los emigrantes es uno de los medios más eficaces para alcanzar el primer objetivo de milenio, la reducción de la pobreza (reducir a la mitad el número de personas que sufren de hambre), porque se tratan de flujos sin contrapartida, que se intensifican aún más si el país de destino atraviesa una situación de crisis aguda, una crisis que se cronifica.


El Grupo de base tecnológica, Consulcom, ha recibido el agradecimiento del proyecto “Niños de la Calle” de Benin, por su colaboración en la recogida de alimentos para los menores protegidos que acoge el proyecto “Hogar Don Bosco” en Porto Novo.


Desde el inicio de la crisis económica, el equipo de Consulcom colabora en campañas anuales que sustentan a los niños acogidos en los centros de protección del país africano, uno de los grandes olvidados de África, además de conceder aportaciones a la entidad salesiana.

Este año, la campaña ha conseguido reunir, sólo desde Huelva, más de 29 toneladas para el sustento de los niños abandonados o explotados de Benin que, alberga el proyecto del misionero onubense, Juan José Gómez Serrano, en África.


Cooperación con África


Más de un centenar de cooperantes y voluntarios españoles, entre ellos, los del equipo de Consulcom, apoyan el proyecto salesiano desde sus lugares de origen.

En la República de Benin, situada al norte del Golfo de Guinea, la esperanza de vida ronda una media de 53 años, el 50% de sus 9 millones de habitantes, vive por debajo del índice de la extrema pobreza y la situación de la infancia es tan alarmante que ha llevado a las Naciones Unidas a incluir como uno de los ocho Objetivos del Milenio la reducción de la mortalidad infantil (menos de 5 años) en dos terceras partes entre 1990 y 2015.


Ya en 1.995, la comunidad salesiana advirtió de estas circunstancias y abrió en noviembre, auspiciado por UNICEF, una casa de acogida para los “Niños de la Calle” en Benin, justo en un lugar conocido por la afluencia de menores al atardecer como respuesta a los problemas de estos niños.

Las fases que conforman el global del proyecto Don Bosco y, que este año, ha calado en millares de menores de la capital de Benin, Porto Novo y alrededores, incluye, en primera instancia, los centros abiertos, conocidos como “barracas”, que los educadores de calle del territorio, ofrecen diariamente, a unos 200 de niños explotados o abandonados que deambulan por los mercados de las localidades de Porto Novo, Cotonou o Sémé; ésta última, en la frontera con Nigeria. 


Allí, un equipo de profesionales presta atención individualizada a los menores y una alternativa a la explotación o al abandono con actividades formativas y lúdicas, en tanto, se conocen y se trabajan las circunstancias familiares o del menor con el fin de encontrar su bienestar.


Si la situación del pequeño es de peso, se tramita conforme a Ley, el acogimiento en el “Hogar Don Bosco” de Porto Novo con vistas a una reagrupación familiar o no, cuando las circunstancias lo permitan.

En este recurso, monitores, cooperantes y colaboradores dan a los niños acogidos las herramientas básicas de socialización de higiene personal o de alfabetización además de comida y alojamiento.

Si la situación del pequeño persiste y no conviene la unificación familiar; el proyecto salesiano cuenta en Porto Novo con el centro de protección “Magone” de larga estancia y orientado a la formación y a la inserción laboral.

A este respecto, el centro “Magone” dispone de un centro de Formación Profesional y en el que se están formando 71 adolescentes en talleres como el de mecánica, carpintería o soldadura; entre otros, además de la granja y piscifactoría de Sakété que forma a 32 jóvenes en materia agropecuaria.  

En la actualidad, el proyecto, dirigido por el misionero, Juan José Gómez Serrano, acoge a un total de 361 niños, desde los 7 hasta los 18 años, de los que 239, han conseguido la reagrupación con sus familias biológicas “gracias al trabajo y al esfuerzo de todo el equipo”.

De la primera cifra (361), el 36% corresponde a niños de la calle, el 31% a menores víctimas del maltrato en todas sus modalidades y menores que, en su mayoría por robo, cumplen en el centro medidas alternativas a la prisión.
Datos Benin:
Ø  La esperanza de vida ronda una media de 53 años, el 50% de sus 9 millones de habitantes, vive por debajo del índice de la extrema pobreza
Ø  10% de mortalidad infantil en menores benineses hasta los 5 años y; a un 2% de niños víctimas.
Ø  Unos 200 de niños explotados o abandonados que deambulan por los mercados de las localidades de Porto Novo, Cotonou o Seme; ésta última, en la frontera con Nigeria. 
Ø  71 adolescentes están en el centro Garelli de Formación Profesional;
Ø  De los 361 menores acogidos, el 36% corresponde a niños de la calle, el 31% a menores víctimas del maltrato en todas sus modalidades y menores que, en su mayoría por robo, cumplen en el centro medidas alternativas a la prisión.





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